Yanis Ritsos 1974

 

DOS PALABRAS SOBRE DIMITRI PERDIKIDIS

 

  Viendo los recientes cuadros de Perdikidis, he vuelto a vivir la angustia, la agonía y la lucha de una época – de nuestra época, pero también la de todas las épocas. Aquí, la cotidianidad cronográfica, periodística y fotográfica se encuentra con lo eterno, anulando todo elemento anecdótico o intencional y superando el peligro de lo convencional o simbólico. La perfección de la técnica, el severo predominio de los medios expresivos (resultado de gran investigación, práctica, experiencia y de un indomable esfuerzo – finalmente oculto) impone una disciplina tal en el cuadro que todas las «partes», todos los detalles del «tema» (siempre antropocéntrico) convergen en una unidad y una simetría tan sobria y «natural» que lo conscientemente trágico pasa de forma mecánica, con escrupulosos motivos repetidos, a lo aparentemente decorativo y de ahí a lo dóricamente monumental – monumental sin énfasis, en absoluto pomposo. Así, Perdikidis, a pesar de toda la influencia de la escuela española, continúa siendo griego.

 

YANIS RITSOS, Atenas, Marzo 1974